La información secuestrada

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Cansado del encubrimiento al Terrorismo de Estado en Colombia…

…He estado leyendo varias noticias muy crudas de las carnicerías llevadas a cabo en los últimos años por el ejército y paramilitares colombianos, ambos bajo las órdenes del Estado y de su presidente, Álvaro Uribe. Y digo que ambos están bajo sus órdenes porque está más que probado, pero hay un caso significativo: paramilitares atacaron un poblado campesino y se dejaron atrás una moto. El ejército vino a recogerla al día siguiente. No es esto lo que quiero contarles.

La última noticia que he leído en El Mundo me ha hecho sentir rabia de verdad. Era la siguiente: “Uribe denunciará a Chávez ante la Corte Penal Internacional por patrocinio de genocidas”. Lo que me enfureció no fue que Uribe apele a un órgano que le importa menos que la ONU, sino su desfachatez. Es como si Hitler le llamase a usted asesino, y, por favor, sigan leyendo, que no exagero en absoluto.

Les traslado esta noticia recogida por medios maginales en su momento, sin más interés que el de difundir atentados contra los derechos humanos, y es sólo un ejemplo de muchos. Les advierto que puede herir su sensibilidad, y no lo hago al modo del reality show, buscando que sigan enganchados.

28 de mayo del 2004

Los refugiados huyeron a Venezuela y denuncian la desaparición de treinta indígenas

Colombia: Paramilitares exterminaron a un pueblo wayúu

Jorge Chávez. Rebelión

"Ay hermano, siento que el corazón se me sale por la boca. Usted no sabe lo que es tener que salir corriendo para que no lo maten y, después escuchar los gritos de los peladitos, de mis dos hijitos a quienes me los quemaron vivos sin que yo pudiera hacer nada".

"Me los mataron, hermano. Los quemaron vivos dentro de mi camioncito. También le cortaron la cabeza a mi mamá y a mis sobrinas las picaron en pedacitos. No les dispararon, sino que las torturaron para que escucháramos sus gritos y mientras tanto con una motosierra las cortaron vivas, hermano."

"Son unos malditos que nos obligaron a salir huyendo de nuestras tierras, allí no ha quedado nadie. Tuvimos que dejar nuestras cosas, la ropa, sólo sacamos lo que llevábamos."

"¡Malditos asesinos no tienen perdón de Dios!".

"Ahora el fiscal de Ríohacha dice que nada de esto es cierto, que sólo han comprobado la muerte de dos personas nada más. ¿Cómo pueden decir eso? ¿Es que ni siquiera somos a "Me los mataron, hermano. Los quemaron vivos dentro de mi camioncito. También le cortaron la cabeza a mi mamá y a mis sobrinas las picaron en pedacitos. No les dispararon, sino que las torturaron para que escucháramos sus gritos" Alberto, uno de los wayuus refugiados

Alberto trata de contener el llanto pero no puede. Gruesas lágrimas ruedan por sus mejillas prietas, de hombre trejo acostumbrado al trabajo. Por momentos se calma, respira profundo y, con la mirada perdida, repite palabras en el idioma wayuu que no entendemos pero que dejan traslucir un dolor que lacera el alma.

Perdió a seis de sus familiares entre ellos a sus dos hijos, su madre y sobrinos que fueron asesinados por los paramilitares que operan en la Alta Goajira colombiana, en el pueblo denominado Bahía de Portete, el 18 de abril de este año.

Él y otros cientos de goajiros, tuvieron que caminar por más de 24 horas hasta la frontera con Venezuela, para que la muerte no los alcanzara. Atrás dejaron tierras, ganado, casas, muebles, colegio y lo más importante, sus sueños y esperanzas.

Ahora, se han convertido en unos parias sin destino ni futuro inmediato.

Sólo quedó la desolación

Atrás quedaron la escuela llena de niños, el puerto lleno de barcos, la felicidad y tranquilidad de los wayúu.

Ahora, sólo el silencio recorre con sumanto críptico las lomas que hasta hace unmes eran transitadas por miles de alegres pasos.

La posta médica fue totalmente saqueada, lo mismo que la biblioteca de la escuela. De allí se robaron todos los adornos y dejaron regados por el suelo los libros.

Algunos fueron rotos y a muchos otros les arrancaron las páginas. Los pocos utensilios de las casas, las ropas, muebles y hasta efigies de santos, fueron destrozados con saña y alevosía. Los porteros del averno quisieron dejar su huella de terror y destruyeron, cual Atila, todo a su paso, como para que allí no vuelva a crecer la hierba.

Cortaron los sueños de los niños y la esperanza de los mayores, ahora sólo resta decirles a quienes dejaron sus huesos allí: ütünka mata

"La llegada de esos asesinos nos sorprendió porque nunca se habían juntado tantos. Poco a poco llegaron más y muchas veces se reunían hasta 100. En eso nos percatamos que traían muchos kilos de droga, a veces hasta más de mil kilos. Los narcos les pagaban 50 millones de pesos por cada embarque que sacaban por nuestro puerto."

"Ahí descubrimos que el principal motivo de su presencia en Portete era el narcotráfico".

Durante muchos años, la Bahía de Portete sirvió para que barcos provenientes de Aruba, Curazao y otras islas, descargaran allí licores, cigarrillos, quesos, etc., de contrabando. Esta ilegal actividad permitió que la mayoría de los residentes de este pequeño poblado trabajaran como estibadores, recibiendo un ingreso casi fijo durante todo el año.

Quemaron vivos a dos niños dentro del carro

"Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde. Los 'paracos' bajaban a las siete de la mañana desde la loma y vestían uniforme del ejército, yo inclusive me confundí, pero como llegaron caminando, le dije a mi abuela que corriera, que teníamos que escapar. Mi tío salió corriendo con su esposa y dejó a sus dos hijitos en el carro. Mi abuela y mis tías se quedaron porque los goajiros jamás se meten con las mujeres y pensábamos que no les harían nada. Pero nos equivocamos, esos perros no respetaron nada y mataron a mi abuelita cortándole la cabeza como si fuera ganado, cuando estaba todavía viva, y quemaron a mis primitos Jaquelinne (7 años) y Diosa (5) dentro del camioncito. A ellos los encerraron allí y les metieron candela. Nosotros cuando escapábamos escuchábamos cómo gritaban pero no podíamos hacer nada, si volvíamos, ellos nos iban a picar en pedazos…

"Las autoridades no hicieron nada, sólo detuvieron a un muchacho y lo llevaron para que declare como testigo. Ese jovencito les dijo que no había visto nada porque era de noche y los policías lo soltaron."

"Cuando regresó a su casa, los paramilitares lo llamaron y lo acusaron de haber declarado en contra suya, a los pocos días apareció muerto".

Muertos que otros no quieren ver

Esta es la relación de muertos denunciada por los familiares de los residentes de Bahía de Portete y que el "Fiscal de Rio Hacha se ha empecinado en desconocer":

Margarita Epinayu (75) Rosalinda Fince (45) Diana Fince (40) Reina Fince (17) Rolan Fince (25) Reyes Fince (17) Segundo Ashapua (28) Jorge Ashapua (30) Moyo Uriana (10), y Luquita Epinayu (8).

Estos dos últimos niños, según el testimonio de sus familiares, se encuentran desaparecidos.

Pero, aunque les cuesta admitirlo, están convencidos que los mataron y, como otros tantos desaparecidos, fueron "picados" con motosierra y luego de ser embolsados, fueron lanzados al mar.

"Como los conocemos, nosotros sabemos que esas personas desaparecidas ya están muertas, porque los 'paracos' acostumbran a picar a las personas, las ponen en bolsas y luego las lanzan al mar, así no aparecen nunca y no hay pruebas de sus delitos. Lo mismo hacen con sus propios compañeros que mueren en combates, los pican de inmediato y los lanzan al río o al mar. Y si alguno de ellos resulta herido, no pierden el tiempo y lo matan de una buena vez, para que no les estorbe", explicó Juchi.

Sin destino

Ahora que han dejado todo para salvar sus vidas, los más de 306 goajiros que logró censar la Cruz Roja Internacional, según su presidente, Carlos Montiel, se enfrentan a un futuro incierto.

No saben qué hacer y, aunque esta institución y el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Markkus Aikomus, han tomado cartas en el asunto, ellos desean retornar a su territorio.

Como les decía, éste es sólo un ejemplo que aún sigue ocurriendo. La motosierra se usa habitualmente para aterrorizar al campesinado y robarles las tierras;

31 de marzo de 2007.

Paramilitares desplazan, motosierra en mano, a campesinos del Opón: La "seguridad democrática" de Álvaro Uribe Vélez se ha ensañado con el campesinado del Magdalena Medio. En la vereda Puerto Nuevo Ité, de Remedios, en el nordeste antioqueño, más de 120 familias, en su mayoría mujeres y niños, se han refugiado después de verse desplazados por los reiterados asesinatos del ejército a campesinos de la región. En el Opón, paramilitares, motosierra en mano, desplazan a 22 familias hacia Barrancabermeja. “Hoy estamos en son de paz, no sabemos mañana cómo vamos a venir”, amenazaron los paramilitares a las familias campesinas de la vereda Las Morrocoyas, en la ciénaga del Opón, el pasado sábado.

Los campesinos desplazados habitan esta vereda desde hace más de diez años, cuando llegaron al Opón buscando refugio a su anterior desplazamiento.

Y ahora compren el periódico: el Mundo, El País, La Razón… y sigan leyendo como les cuentan lo malos malísimos que son Chavez, Evo Morales y Correa.


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