Artículos Varios

⊆ 11:48 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »

El futbol nos rodea, está por todas partes

España, campeona de Europa. Podemos. Hemos podido. El júbilo y la vehemencia culminan en un éxtasis de alegría sin límite. La felicidad en su estado puro se lee en los rostros de los dichosos españoles. Las banderas de nuestra patria ondean por doquier. Los niños ríen como monos siguiendo el ejemplo de sus progenitores, las gentes corren entonando cánticos y buscando la complicidad de sus vecinos…

Al día siguiente, tras una noche jodida por el claxon repetitivo del coche que responde a los aullidos del grupo ultra, y éstos, de nuevo a otro claxon y así hasta el infinito, uno, de repente, se pregunta… ¿Y ahora? ¿Qué? Pasó el subidón y la vida continúa salvo que ahora somos los mejores y nos sentimos orgullosos por ello. Hemos sido capaces de demostrar a Europa que corriendo tras un balón nadie gana a nuestros chicos, que los nuestros saben sudar la camiseta y juegan con clase. Sin embargo, ocurre un no sé qué. A uno se le ha quedado una extraña sensación, un hormigueo difícil de expresar, algo que podría asemejarse a lo que siente el incauto recién timado, o el que vislumbra lo etéreo, lo artificial, lo efímero de su actual estado de satisfacción. Pero esto es un deya vu que pasa fugaz y uno sigue durmiendo el sueño de Matrix.

El programa futbol ha vuelto a cumplir con su cometido: afianzar valores inculcados que debieran sernos ajenos, tales como el patriotismo, la “raza”, la competitividad, y, sobre todo, ha logrado enajenarnos de la realidad secuestrándonos en otra maravillosa maniobra de distracción diseñada para Matrix como si de un frio y sabroso helado de chocolate se tratase.

Por César Pérez Navarro.


0 Responses to Artículos Varios

= Leave a Reply