La información secuestrada

⊆ 7:37 by El Observador de medios | ˜ 2 comentarios »

Propaganda y sistema electoral diseñados por y para el bipartidismo

Observando los resultados electorales, y al margen de las parrafadas de los "expertos" de los debates de la tele, que nos alumbran con su sabiduría en aquella y en ésta cadena, la triste conclusión es que nos acercamos a pasos agigantados al modelo de "democracia" estadounidense: bipartidismo, consistente en dos partidos similares en lo que se ha denominado como "política económica", y diferentes en ciertas reformas sociales que pueden llevar a cabo sin tocar el status quo. Es decir, un partido de centro-derecha y otro de extrema derecha... y nada más. La propaganda ha llevado su cometido a la perfección. Triste panorama para los que seguimos imaginando un mundo diferente.




Aquí pueden ver los escaños que los partidos hubiesen obtenido si éstos fuesen proporcionales al porcentaje de votos. Al lado, los escaños de más o de menos que tienen en el congreso de los diputados según el sistema actual.


Partido ___Escaños___+/-

PSOE ___152_________+17

PP______140________+13

CIU_____10__________+1

ERC_____4___________-1

EAJ-PNV__4__________+2

IU______13__________-11

CC-PNC__2____________0

BNG____2____________0

NA-BAI___1___________0

UPyD____4___________-3


¿Es el sistema realmente democrático?

¿Porqué los votos de algunos ciudadanos valen más que los de otros? IU necesita casi 500.000 votos para obtener 1 escaño, mientras que CIU lo obtiene con unos 70.000 votos.

¿Quién ha “consensuado” un sistema que deja al tercer partido fuera del juego político desde el inicio de la democracia?

El sistema electoral español está deliberadamente diseñado para favorecer la creación de mayorías que puedan soportar gobiernos estables. Esto se debe a la combinación de circunscripciones pequeñas con un sistema de reparto de escaños poco proporcional, que permite obtener la mayoría absoluta con poco más de un 35% de votos en la circunscripción y una diferencia de unos puntos porcentuales con el segundo.

Aunque en su momento pudo parecer la opción más segura para proteger la estabilidad política durante la Transición, al observar la distribución de los escaños en las últimas elecciones (2008) hay que preguntarse si es justo que la tercera fuerza más votada sea la sexta en número de escaños. Los artículos 68 y 69 de la Constitución Española de 1978 establecen que la circunscripción electoral para elegir a los representantes en el Congreso y en el Senado es la provincia. Esta forma de asignar a los parlamentarios españoles, sobre la base de mayorías provinciales, reduce considerablemente el nivel de representación de las minorías cuyos votantes no se encuentran concentrados geográficamente (el caso de Izquierda Unida). El problema radica en que las provincias son circunscripciones demasiado pequeñas como para garantizar una adecuada proporcionalidad entre los votos recibidos y los representantes asignados a cada opción. Es inevitable que cuantos menos representantes tengamos que elegir en una circunscripción, menos proporcional sea el reparto de los mismos. El caso extremo es la circunscripción que elige a un único representante (Ceuta y Melilla), en donde la lista más votada se lleva el 100% de los representantes, independientemente del número de votos.

En España, debido a la gran concentración de población en determinadas provincias, el 50% de los representantes al Congreso son elegidos en circunscripciones donde se eligen 7 candidatos o menos, siendo las más frecuentes las de 3, 4 y 5 representantes (9 provincias de cada uno de los tres tamaños, que suman el 31% del total). Con estas dimensiones, lo habitual es que sean 2 o 3 las fuerzas políticas que obtengan parlamentarios en cada circunscripción, descartándose el resto de votos sin representante.

De esta manera, es muy difícil que un partido minoritario se haga un hueco en los órganos de Gobierno. En nuestro actual sistema electoral, los únicos partidos que pueden acceder a la representación parlamentaria son aquellos con un respaldo mayoritario en el conjunto de la nación o aquellos que, siendo minoritarios, tienen a su electorado concentrado en provincias clave.

Conclusión: el sistema electoral actual es defectuoso e injusto, pero pensamos que eso es lo de menos… Por debajo de eso tendríamos que discutir de en qué consiste la democracia actual y cual es nuestra participación real en ella. Creemos, en realidad, que nuestra sociedad es profundamente antidemocrática, pero trataremos el tema próximamente, de la mano de Chomsky.
Más del tema en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64478

Por César Pérez Navarro


2 Responses to La información secuestrada

  1. Anónimo Says:
    Yo creo que estamos en una sociedad suficientemente madura y si estamos llendo aun vipartidismo es por dos razones:La primera es por que la politica que esta realizando la izquierda no convence ya ni a sus propios partidarios y la segunda es por que en esta sociedad cada vez mas se esta diriiendo auna incultura mayor y la gente esta perdiendo el poder de autodecision.
  2. El Observador de medios Says:
    Estoy de acuerdo con la segunda parte: la pérdida de cultura de la sociedad que lleva a la gente a ser más fácilmente moldeable. En cuanto a la política que hace la izquierda, creo que poca gente conoce las propuestas. Incluso en el sistema neoliberal pueden hacerse políticas económicas más próximas a lo que antes era la socialdemocracia en Europa: por ejemplo, bajar los impuestos indirectos, como el IVA, que pagan ricos y pobres por igual, y subir los directos a los tramos más altos.

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