La información secuestrada

⊆ 3:38 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »

¿Crecimiento? No, gracias

Carlos Taibo
Público


Al calor de la polémica que, días atrás, han suscitado las estimaciones del Fondo Monetario en lo relativo al crecimiento de la economía española, en los circuitos políticos y mediáticos nadie –absolutamente nadie– se ha preguntado si no conviene que empecemos a recelar de las presuntas virtudes de ese crecimiento que tanto nos preocupa. A duras penas puede sorprender, sin embargo, semejante silencio en un escenario en el que ni siquiera las fuerzas políticas más claramente emplazadas en la izquierda, y aparentemente más innovadoras, han asumido –ahí está, para testimoniarlo, la campaña electoral recién cerrada– ninguna suerte de consideración crítica de un axioma económico que, como tal, se antoja insorteable. Para qué hablar, al respecto, de los sindicatos mayoritarios, que hace tiempo se deshicieron de cualquier querencia de contestación seria del orden económico existente.

Aunque sobran los datos que invitan a recelar de ello, lo cierto es que el crecimiento económico se nos presenta como la panacea resolutora de todos los males. A su amparo –se nos dice– el desempleo se mantendrá en niveles razonables, los servicios sociales no retrocederán y haremos frente a la pobreza y a la desigualdad. La monserga correspondiente, nunca acompañada de argumentos sólidos que ratifiquen su buen sentido, obedece ante todo al propósito de cancelar cualquier reflexión sobre algunas de las secuelas, nada despreciables, que –éstas, sí, fáciles de comprobar– se siguen del crecimiento. Citemos entre ellas el despliegue de agresiones medioambientales acaso irreversibles, un progresivo agotamiento de materias primas que reduce peligrosamente los derechos de las generaciones venideras o, en suma, la visible ausencia de políticas que, en serio, atiendan a una distribución más justa de los recursos y no fíen ésta en las virtudes mágicas de alguna interesada superstición económica.

Claro es que la apuesta omnipresente por el crecimiento tiene una consecuencia adicional en la consolidación de lo que más de uno ha entendido que era un modo de vida esclavo. Al fin y al cabo, el esquema principal en el que se asientan muchas de nuestras relaciones políticas, económicas, sociales y ecológicas es el que bebe de la idea de que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y más podamos consumir. Clive Hamilton, un profesor australiano que se ha interesado por estas cosas, ha llamado la atención sobre una de las paradojas del momento: “Después de habernos explicado durante décadas que seremos libres si permitimos que el mercado haga lo que antes hacían los gobiernos, ahora los neoliberales nos dicen que no podemos zafarnos de los dictados del mercado”.

Y, sin embargo, frente a la ausencia de respuesta, que empieza a ser dramática en la izquierda política y sindical, se barrunta un principio de reacción que nace de la vida cotidiana de muchos de los habitantes del Norte desarrollado. El recién mencionado Hamilton ha tenido a bien rescatar el resultado de una encuesta que concluye que un 42% de las mujeres y un 54% de los varones preferirían trabajar menos horas. Cada vez se hace más común –precisemos que hablamos de países del Norte en los que los servicios sociales se hallan razonablemente asentados y la riqueza acumulada es más que notable–, por otra parte, que quienes han perdido su puesto de trabajo confiesen sentirse más felices una vez se ha hecho valer esa circunstancia, tras haber acometido sin pesar una más que posible, y sensible, reducción de sus niveles de consumo. Se acumulan, en suma, los estudios que concluyen que, a partir de determinado nivel de ingresos, el incremento en estos últimos –por lógica resultado de un aumento paralelo en la carga de trabajo– a duras penas proporciona ganancias en materia de felicidad objetiva.

A circunstancias similares a las invocadas se refirió el fallecido André Gorz cuando habló de la necesidad de “obligar al capital a poner el ahorro en tiempo de trabajo a libre disposición de una sociedad en la que dejen de predominar las actividades sometidas a racionalidad económica”. Por detrás se aprecia algo importante: un designio de agarrar por los cuernos el toro sagrado del trabajo en general –releamos, por cierto, El derecho a la pereza, de Lafargue– que, huyendo de la lógica productivista e insolidaria que todo lo inunda, vaya más allá del muy loable propósito de encarar la maldad intrínseca del trabajo asalariado. Hablo –conviene precisarlo una vez más– de muchas de las realidades que se hacen valer en el mundo rico, y no de las propias de otros lugares en los que, aun así, se impone que se sopesen críticamente, también, las presuntas bondades del crecimiento y del desarrollo, y que se busquen horizontes marcados por otros valores.

Que el debate sobre el crecimiento y sus virtudes no haya germinado entre nosotros, en el escenario que nos es más próximo, resulta tanto más llamativo cuanto que la aparente bonanza registrada en los últimos años por la economía española mucho le ha debido a algunas de las formas más depredadoras de aquél. Si triste ha resultado ser la aceptación de un crecimiento que mucho le debía al negocio inmobiliario, y ello pese a que todos teníamos conocimiento de sus dobleces, hora es de preguntarse si una cabal recesión no puede convertirse en afortunado y poderoso estímulo para que tiremos por la borda algunos de los prejuicios que nos atenazan. Lo que hay que reivindicar, en las palabras de Serge Latouche, es “una sociedad fundamentada más en la calidad que en la cantidad, en la cooperación más que en la competición, una humanidad liberada del economicismo, que busque la justicia social como objetivo”.

Carlos Taibo es profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid


Artículos Varios

⊆ 3:00 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »

Latinoamérica según cuatro: radical por ser de izquierdas.

Paso a paso y sin taca taca, América Latina va ganando soberanía y son más numerosos los ciudadanos que apuestan por un giro a la izquierda. Demasiado tiempo se ha mantenido la pantomima del desarrollo a través de recetas neoliberales impuestas desde el FMI o el BM o del denominado “Libre Comercio” que establece relaciones comerciales desiguales instauradas mediante acuerdos bilaterales con Estados Unidos. Pero los ciudadanos no son estúpidos, y no tropiezan dos veces con la misma piedra.

El apoyo y solidaridad mostrado por varios Estados que cristaliza en compromisos como el ALBA o Mercosur, ha servido de “efecto dominó” en el continente y podemos contar como mayoritarios los gobiernos de izquierda.

Para la Cuatro, la televisión del Grupo Prisa, hay una clara división entre gobiernos de “izquierda radical y populista”, “izquierda moderada” y gobiernos que siguen respaldando las políticas de EEUU.

En las noticias de sobremesa del 21 de Abril, sin complejos, metió en cada saco a uno y otro país según éstos sean;

De izquierda, pero hostiles a multinacionales extranjeras y, por tanto, a los intereses económicos del Grupo Prisa (saco de izquierda populista y radical: gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Paraguay).

Socialdemócratas, es decir, de acuerdo con el status quo y la influencia de Corporaciones extranjeras que continúen explotando los recursos naturales del país (saco de la “izquierda moderada”, donde introduce a los gobiernos de Brasil, Chile, Perú y la Argentina peronista).

De derecha, más cercanos a las dictaduras de antaño (Colombia, que entra en el saco de “gobierno amigo de Estados Unidos”).

La presentadora nos enseñó la división con un mapa de Latinoamérica señalando cada lugar de forma que nos quede bien claro quién forma parte de los “malos” (los “radicales” y la derecha), y quienes son los buenos (los “moderados de izquierda”).

Es ésta una estrategia de desvirtuar el concepto de izquierda a través de etiquetas sin contenido real: radical y populista, que buscan un rechazo por parte de la opinión pública española de gobiernos que perjudican su bolsillo en el continente. Pero ¿Se han preguntado ustedes en qué consiste ser radical? ¿Es acaso priorizar sectores como la educación y sanidad pública? ¿Es quizás fortalecer la soberanía sobre sus recursos naturales nacionalizando empresas que dejen el beneficio en el país? ¿Es tal vez dar protagonismo a los olvidados del continente: los indígenas y los ciudadanos que engrosan las bolsas de pobreza? ¿Es, en definitiva, tratar de estrechar el abismo de desigualdades que existen en el continente?

La presentadora se cuida de no definir a los “Estados moderados”. Me surge una duda… Entonces ¿Qué es la izquierda?

Por César Pérez Navarro


La información secuestrada

⊆ 5:45 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »

Bernays, el padre de la manipulación (II)

El trabajo de Bernays era reformular un asunto; crear una imagen deseada que haría que un producto o concepto pareciera favorable. Nunca se vio a sí mismo como un maestro del engaño, sino más bien como un benéfico servidor de la humanidad, quien brindaba un servicio valioso. Bernays describía al público como “un rebaño que necesitaba ser guiado”. Y esta mentalidad de rebaño hace que la gente sea “susceptible al liderazgo”. Bernays nunca se desvió de su axioma fundamental: “controlar a las masas sin que lo sepan”.

Bernays aprendió pronto que la manera más efectiva de crear credibilidad para un producto o imagen era mediante el apoyo de un “tercero independiente”. Por ejemplo, si General Motors dijera que el calentamiento global es un fraude creado por unos activistas ecologistas liberales, la gente sospecharía de los motivos de GM, porque la fortuna de esta empresa está basada en vender automóviles. Sin embargo, si un instituto de investigación independiente con un nombre muy creíble como ser la Coalición del Clima Global emitiera un informe científico que dice que el calentamiento global es realmente una ficción, la gente empezaría a confundirse y a tener dudas sobre el tema original.

Así que eso es exactamente lo que hizo Bernays. Con una política inspirada genialmente, creó “más institutos y fundaciones que Rockefeller y Carnegie juntos”. Financiados silenciosamente por las industrias cuyos productos estaban siendo evaluados, estas agencias “independientes” de investigación elaborarían estudios “científicos” y material de prensa para crear cualquier imagen que los jefes quisieran. Tales grupos tienen nombres muy resonantes, como ser:

Fundación de Investigación sobre la Temperatura
Consejo Internacional de Información Alimentaria
Alerta al Consumidor
Coalición para el Avance de la Ciencia Confiable
Fundación para la Higiene del Aire
Federación de Salud Industrial
Instituto Manhattan
Centro de Calidad de Frutas y Verduras
Consejo de Investigación del Instituto del Tabaco
Instituto Cato
Consejo Norteamericano de Ciencia y Salud
Coalición Global Climática
Alianza para Alimentos Mejores


La información secuestrada

⊆ 10:33 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »


CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931)

España, en uso de su soberanía, y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y sanciona esta Constitución.

TÍTULO PRELIMINAR

Disposiciones generales

Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.

Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.

Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.

Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República.

Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones.

Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.

Artículo 5. La capitalidad de la República se fija en Madrid.

Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.

Artículo 7. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.

Texto completo:

http://www.icsi.berkeley.edu/~chema/republica/constitucion.html


Artículo en Periódico Público:

"La República invisible"
http://www.publico.es/espana/070096/segundarepublicaespanola/aniversario/legado




La información secuestrada

⊆ 6:40 by El Observador de medios | . | ˜ 0 comentarios »

Eduard Bernays, el padre de la manipulación (I)

Eduard Bernays dominó la industria de las relaciones públicas hasta la década del ´40, y fue una fuerza importante durante los siguientes cuarenta años. Durante todo ese tiempo, aceptó cientos de tareas distintas para crear una percepción pública sobre cierta idea o producto. Algunos ejemplos: como un neófito con el Comité de Información Pública, uno de los primeros encargos de Bernays fue ayudar a venderle la Primera Guerra Mundial al público norteamericano, con la idea de “hacer que el mundo sea seguro para la democracia” (Ewen). Hemos visto esa frase en cada guerra y participación bélica de los EEUU desde entonces.

Algunos años más tarde, Bernays preparó un truco publicitario para popularizar la noción de que las mujeres fumaran cigarrillos. Al organizar el desfile de Pascuas de 1929 en New York, Bernays se mostró como alguien con quien contar. Organizó la Brigada de las Antorchas de la Libertad, en la que las sufragantes maracharon en el desfile fumando cigarrillos como un símbolo de la liberación femenina. Después de ese evento, las mujeres se han sentido seguras destruyendo sus propios pulmones en público, de la misma forma que siempre lo han hecho los hombres.

Durante las siguientes décadas, Bernays y sus colegas desarrollaron los principios a través de los cuales se podía influír y convencer a las personas mediante mensajes que se repiten una y otra vez, cientos de veces por semana. Cuando el poder económico de los medios se volvió evidente, otros países del mundo se apresuraron a seguir nuestro ejemplo. Pero Bernays siguió siendo el modelo a seguir. Josef Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, estudió de cerca los principios de Edward Bernays cuando estaba desarrollando la popular lógica que utilizaría para convencer a los alemanes de que para purificar su raza tenían que matar a 6 millones de los impuros. (Stauber).

Ver documental "El siglo del individualismo".
Más información en http://destapandoalcuartopoder.blogspot.com/


Artículos Varios

⊆ 1:01 by El Observador de medios | . | ˜ 0 comentarios »

Entrevista a Noam Chomsky. 02/04/08.

¿Cuáles considera que son las razones esenciales que sostienen hoy el sistema de vida consumista?
Parte de ello es la propaganda, propaganda corporativa muy consciente. Y es muy consciente de sí misma. La prensa corporativa hace 80 años atrás, ya estaba considerando cómo hacer para que la gente fuera atraída por las necesidades superficiales de la vida, como el consumo de los productos de moda. Eso es una técnica de control, y se entiende que es una técnica de control para debilitar la democracia. Por eso existe esta enorme propaganda desde la infancia, para provocar lo que ellos llaman la “fabricación de consumidores”. Y esto está conectado con los esfuerzos generales para debilitar la participación democrática.
En el caso de Estados Unidos, la economía basada en el consumismo se sustenta, entre otras cosas, en el financiamiento del consumidor de Estados Unidos a través de países como Japón y China, y también de los países del Medio Oriente, que tienen reservas enormes. Entonces estos países financian al consumidor americano. Estados Unidos toma prestado inmensas cantidades de dinero del extranjero y los americanos se endeudan hasta las narices. Y eso es parte de lo que está provocando la crisis financiera actual. Pero es un fenómeno de los últimos 20 o 30 años, es parte de la catástrofe neoliberal.

Ver en http://www.revistapueblos.org/spip.php?article841.
Revista Pueblos. Chomsky: “Lo que está pasando en Sudamérica es muy emocionante”


Artículos Varios

⊆ 8:33 by El Observador de medios | ˜ 0 comentarios »

“El gran carnaval”. Cuando los informativos se convierten en una revista sensacionalista.

Más de una semana bombardeándonos en titulares en todos los informativos, periódicos y radio, con la noticia de Mari Luz, la niña asesinada por un pedófilo. Una noticia que debiera aparecer sólo en el periódico local donde tuvieron lugar los hechos y que, sin embargo, acumula la atención mediática por encima de cientos de noticias de más interés y otras muchas desconocidas por el grueso de la ciudadanía.
El circo del sensacionalismo demuestra una vez más que, para los Medios, informarnos de lo que ocurre en el mundo, es lo de menos, y vender publicidad a espectadores acostumbrados al morbo, es lo de más. Como la lógica del mercado es lo que mueve sus publicaciones, informaciones como ésta garantizan el primer puesto en la competición por conseguir las mayores ventas y beneficios.
Leemos que Zapatero llama al padre de la niña de cinco años asesinada para asegurarle que “se depurarán las responsabilidades” de la muerte de su hija y sólo podemos quedarnos estupefactos.
Observamos como en el caso se cargan las tintas sobre el Tercer Poder, el judicial, sin ningún complejo. No se tiene en cuenta que señalar con el dedo los errores judiciales de este caso puede erosionar la credibilidad que la opinión pública tiene del sistema judicial en su conjunto.
Se acabó la noticia. Se ha vendido bastante. Habrá que esperar otra. Que “el gran carnaval” continúe

Por César Pérez Navarro.





La información secuestrada

⊆ 11:46 by El Observador de medios | . | ˜ 0 comentarios »

Repsol miente sobre un vertido en la amazonía ecuatoriana

La multinacional ocultó la existencia del vertido al Gobierno de Ecuador durante una semana. Afirmó que habían vertido 100 barriles de crudo cuando fueron 2.500. El Parque Yasuní es la zona con mayor diversidad biológica del planeta
El Gobierno ecuatoriano ha condenado a la multinacional española Repsol YPF por derramar toneladas de crudo en los límites del parque Yasuní, una de las regiones con mayor diversidad biológica del mundo. Además de por delito ecológico, la compañía ha sido denunciada por mentir: el petróleo derramado no se corresponde a cien barriles, como declaró, sino a unos 2.500 barriles (incluyendo el agua de formación). En este caso, la laxa legislación medioambiental ecuatoriana establece una multa irrisoria por falsa información e impacto ambiental: Repsol no pagará más de 50.000 dólares por el vertido. En otros lugares donde opera la multinacional, como la provincia patagónica del Neuquén, la contaminación del agua y sus implicaciones en la salud de los habitantes ni siquiera es tipificada como delito. Las denuncias a la petrolera conllevan ataques y amenazas de muerte.


http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article5670